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domingo, 8 de noviembre de 2009

Un día para recordar

Cuando aquello que nos comemos nos sabe bien es, en gran parte, porque el cocinero ha sabido administrar los ingredientes en su justa medida para darle una buena calidad al plato que nos ha preparado. Pero eso sí, tambien influye mucho la calidad de los propios ingredientes, que son, al fin y al cabo, los que ponen el sabor a la comida.

A simple vista, era facilmente palpable que algunos de los ingredientes de este plato antes del pitido inicial eran excelentes. Un modesto estadio Ramón de Carranza presentaba su mejor cara para recibir a un Real Betis con aires de primera. El graderío estaba poblado practicamente al completo en uno de los encuentros con más afluencia de público visitante dentro de lo que mi memoria puede recordar. La imagen que presentaba el casi nuevo estadio gaditano es una de las razones por las que algunos somos unos fanáticos de este deporte.

Tambien en las alineaciones se podia notar que este no era un partido más de la Liga Adelante. Hombres como Sergio García, Pavone o Diego Tristán partían de inicio para darle color a este derby andaluz y aumentar la dosis de expectación que el encuentro había deparado a lo largo de la semana.

El transcurso del partido estuvo marcado por el empuje del Cádiz, que no tardó en adelantarse en el marcador por mediación de López Silva, que en una jugada personal, se internó por banda izquierda hasta la línea de fondo para terminar batiendo por bajo a Ricardo. Estuvo egoista pero menos mal que no falló.

Las llegadas del equipo verdiblanco eran escasas pero muy peligrosas y en una segunda jugada, tras un rechace, el Betis lograría empatar la contienda para el deleite de los miles de aficionados que se habian desplazado hasta la tacita para ver a su equipo y que estallaron con el gol de Rodri. Despues marcó Pavone, en una jugada en la que podría haber fuera de juego pero el árbitro, que no estuvo muy acertado durante los noventa minutos, no lo consideró así. Entonces apareció la garra y el coraje del submarino amarillo para rescatar un punto en los minutos finales por mediación del nigeriano Ogbeche.

Me gustaria destacar varios puntos a tener en cuenta:

-Javi Gracia se la jugó. Cuando el equipo perdía dio entrada a Toedli por Jon Erice, uno de los más destacados hasta entonces por su capacidad de contención en el centro del campo y por su distribución de juego. Asumió el riesgo y le salió bien su apuesta, pues fruto de un buen cabezazo del argentino llegó el segundo gol, que hacía justicia en el marcador.

-Tambien, decir que Ogbeche aportó frescura en los metros finales y que fue capaz de enchufarse al partido rápidamente y de ignorar, tras una semana movidita, las provocaciones de la afición visitante, que en un sector le abucheó con gritos racistas. Lamentable. Es una lástima que por culpa de una panda de estúpidos se ensucie de cierta manera una tarde perfecta de fútbol.

-Y por último, valorar el punto conseguido ante un rival muy difícil del que se esperaba mucho más. Ahora el equipo amarillo tiene dos salidas consecutivas, y en una de ellas hay que cruzar la península hasta la otra punta. Si las cosas no salen bien, al menos nos quedará partir con la premisa para el siguiente partido de seguir haciendonos fuertes en casa, algo fundamental para poder atar la permanencia, único objetivo.

En definitiva, fue un día para recordar, por ambiente y emociones, por pasado y presente. Gracias aficiones, gracias Cádiz.



Miguel Ángel Utrillas


1 comentario:

Sulicadiz dijo...

no vi el partido, pero ya sólo por el hecho de que los béticos se llevan bien con gaditanos y viceversa y que hasta hace 1 año el betis estuvo una larga temporada en primera era un partido que merecía vivirlo en la grada

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sin título, a ver si va ahora