Un clima otoñal el que hizo aquella mañana en Campo Hondo. Cabe destacar que en este partido, la participación fue de ocho futbolistas por equipo, lo que convirtió el encuentro en un verdadero embudo.
La puntualidad, una vez más fue ejemplar, pero no impidió que el partido se retrasara unos minutos ante la falta de un criterio patrón para organizar los equipos. Realizado el sorteo, los equipos quedaron compuestos de la siguiente forma:
El equipo de Migue estuvo formado por Prieto en portería, Adrián, Jaco y Pablo López como defensas, Joaquín como enlace, Pablo Utrillas como hombre libre y Migue como delantero.
El equipo de Veiga, fiel al estilo “la fuerza de la amistad” estuvo compuesto por Jason en portería, Juanchu, el propio Veiga y Jorge, Payán y Juanan como enlaces, Manu como hombre para todo y Santana como jugador más adelantado.
Nada más comenzar el encuentro, el partido estaba más que decidido y más aburrido que la final del campeonato del mundo de ajedrez.
El equipo de Migue fue amo y señor del partido en todo el encuentro. La insultante superioridad de la escuadra Miguelina asemejaba más a lo divino que a lo terrenal. No le fue demasiado difícil mandar en el marcador, ya que durante todo el choque, Jason se vio desbordado por todo tipos de disparos contra su marco.
El equipo de Migue fue amo y señor del partido en todo el encuentro. La insultante superioridad de la escuadra Miguelina asemejaba más a lo divino que a lo terrenal. No le fue demasiado difícil mandar en el marcador, ya que durante todo el choque, Jason se vio desbordado por todo tipos de disparos contra su marco.
Desgraciadamente, en el nombre del fútbol, los primeros goles del encuentro llegaron a causa de errores defensivos, eso si, forzados por la asfixiante presión que tuvo que soportar el equipo de Veiga durante todo el encuentro.
El partido tuvo muchos protagonistas, pero cabe destacar la actuación de Joaquín y Migue como los jugadores más sobresalientes del encuentro. El primero porque supo leer el partido en todo momento y estuvo omnipresente en todas las partes del campo tanto en defensa como en ataque: marcando goles, realizando cambios de orientación, creando superioridad mediante su calidad individual y dificultando la elaboración del juego a Juanan y Payán que se veían obligados a dar pases precipitados, haciendo que la posesión fuera escandalosamente menor.Crack.
Del segundo podemos señalar dos cosas; la primera, su mejoría a la hora de jugar sin balón, pues logró siempre quedarse solo para encarar a portería con su verticalidad. Y segunda, la confirmación de un hecho: Migue es bipolar. Solo así puede explicarse que esta bestia fuera capaz de meter todas las ocasiones de gol de las que dispuso, muchos de ellos de bella factura, recreándose sobre todo en los goles de cabeza. Una faceta desconocida hasta ahora por todos.
Con el partido decidido, los equipos decidieron hacer un intercambio Juanchu – Pablo López, lo cuál equilibró la contienda pero sin cambiar significativamente su rumbo.
En resumen, el equipo de Veiga estuvo completamente a merced del equipo de Migue que mostró una de las mejores lecciones de fútbol- presión que se recuerdan en el Campo Hondo.
Partido disputado en las inmediaciones del Campo Hondo el sábado 31 de Octubre, día de la noche de Halloween de 2009, a las 10 de la mañana. Sin espectadores.
En resumen, el equipo de Veiga estuvo completamente a merced del equipo de Migue que mostró una de las mejores lecciones de fútbol- presión que se recuerdan en el Campo Hondo.
Partido disputado en las inmediaciones del Campo Hondo el sábado 31 de Octubre, día de la noche de Halloween de 2009, a las 10 de la mañana. Sin espectadores.
Isaac Payán
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