Nuestro Fútbol - La adversidad gana al fútbol

Partido con una climatalogía dura y caótica, en un terreno de juego que bien podría haber sido el escenario perfecto para una batalla medieval de una película de aventuras. El cielo abierto que se pudo ver en la mañana tuvo un efecto esperanzador para aquellos que temían que el partido pudiera suspenderse por la acción de la lluvia que, por el contrario, tuvo un desenlace insólito al cambiar el clima inesperadamente durante el choque.

A pesar de que algunos jugadores llegaron con retraso, no resultó demasiado trascendente ya que los equipos se confeccionaron días antes y no se perdió el tiempo para realizar el sorteo. A todo esto, el equipo rojo estuvo compuesto por Jason, Suli, Pablo García, Jorge, Juli, Tete y Chema; mientras que el equipo azul estuvo formado por Raúl, Aida, Veiga, Javi, Payán, Adrián, Ony y Migue.

La ausencia de Javi y el considerable retraso de Veiga obligaron al equipo rojo a ceder a Pablo García para poder disputar el partido con el mismo número de jugadores. Y no solo eso, también significó el retraso de Payán y Migue a la línea de defensa, lo cual, condicionó la fuerza de juego del equipo.

Así pues, el partido empezó con los guiones muy claros: Las bajas del equipo azul propiciaron un absoluto dominio del balón para el equipo rojo con peloteros como Tete y Juli, siempre bien apoyados por Javi Rueda en la retaguardia y como referencia ofensiva Chema, siempre buscando posiciones amenazantes. En cambio el equipo azul, a pesar de ser el conjunto acosado, leyó perfectamente el partido, y trató de buscar la portería de Jason al poco tiempo de recuperar el balón, con rápidas transiciones defensa-ataque en las que Adrián tuvo un papel muy importante con sus desmarques de ruptura, su desborde y sus tiros a puerta desde punto escorados. La inspiración divina esta vez acompañó a Jason, que desde que tiene un equipo nuevo hace paradas más vistosas, haciendo parecer al equipo azul muy poco acertado.

Tanto va el cántaro a la fuente, que la lata terminó de romperse a favor del equipo rojo, que, aprovechando un desafortunado despeje de Payán que rebotó fortuitamente en Juli, propició un rechace que desencadenó la jugada del primer gol donde Chema, al recoger el balón se plantó ante Raúl batiendo al guardameta por primera vez en esa mañana. Fue el detonante para dar lugar después a una lluvia de goles.

Tras el mazazo, el equipo azul se derrumbó, Payán no encontraba a Adrián, y él no era capaz de recuperar la posesión de balón.Ni Migue, ni Ony ni Pablo García eran capaces de molestar lo suficiente a Juli o a Tete como para arrebatarles el balón. Esto acobardó al equipo azul que solo se limitó a esperar al conjunto granate prácticamente en la línea del área grande, rechazando a córner o a banda todo los balones que el equipo rojo colgaba a la olla.

En ese ambiente de caos, el delantero más oportuno de la clase: Chema, se encuentra en su salsa, y aprovechando las salidas en falso de Raúl(aunque ni de lejos, fue el máximo responsable), y algún desajuste defensivo de la línea central fue anotándose goles a su cuenta particular. El equipo azul no reaccionaba, y los goles por fallos defensivos, debido a malas entregas, a no salir del área grande, o al abandono de posiciones defensivas por parte de Migue, el cuál siempre le traiciona su ímpetu(recordar que volvía a jugar tras semanas de ausencia); y el ausente Ony condicionó que el trabajo del equipo rojo fuera más sencillo.

La llegada de Veiga después, recompuso al equipo un poco, incorporándose él a la defensa central, por lo quePayán pudo adelantar sus líneas. Aún así, no se pudo ver un gran fútbol, porque justo en esos instantes, empezó a llover suavamente. El equipo azul, a pesar de jugar con un jugador menos, mostró su mejor cara, marcando 4 goles durante esa parte del encuentro: 1 de Migue a pase de Adrián(que dio otra asistencia también a Payán) y 3 por parte de Payán(con algo de fortuna). Sin embargo, la falta de solidez defensiva del equipo azul no auguraba una posible remontada, y el equipo rojo siguió perforando la portería del indefenso Raúl.

Con el partido decidido, y el tronar del agua, se decidió dar por concluido el partido antes de que el Campo Hondo se convirtiera en agua tapá . Algo que posteriormente, en rueda de prensa lamentó el equipo azul ya que en esas circunstancias, consideraba que poseían ventaja al tener en sus filas a un waterpolista. Al final, victoria justa del equipo rojo por 7 goles a 4 que fue el dueño del partido en todas las fases del encuentro.

*BONUS: Post-partido. Anécdotas:Lo que el Ojo no Ve.

Con el partido concluido y la lluvia que cayó en el terreno de juego, la psicosis se apoderó de todos los futbolistas que participaron en el encuentro, que recogieron sus cosas a toda velocidad y no se les ocurrió mejor idea que guarecerse debajo de las escaleras del terreno de juego, sin saber, infelizmente, que todos no cabrían allí y que se mojaría de todas formas, al ser una escalera de peldaños descubierto y no macizos.

Posteriormente, tras meditarlo profundamente, unos valientes decidieron abandonar ese lúgubre lugar para encontrar otro más seguro, con tan mala suerte que se les ocurrió meterse en una parada de autobús, que era aún más chica y que por supuesto, no les protegía del agua, ya que habían olvidado el hecho, que el Campo Hondo te protege del viento, y que una vez que sales de allí, como que el agua cae en otro ángulo (tiene mucha maldad la madre la naturaleza)

Otros, como por ejemplo Payán, decidieron refugiarse mejor en el colegio Columela a esperar a que escampara, con tan mala suerte, que cuando decidió cambiarse de ropa, se encontró con que había perdido la ropa seca. La escena posterior de Payán andando a pecho descubierto hasta la parada de autobús para recuperar su ropa quedará grabada en la memoria de los contendientes como uno de los momentos más surrealistas de los partidos en Campo Hondo. No lograsteis echarme una foto, perdisteis vuestra oportunidad. Saludos a todos.


Isaac Payán