Ony: Pumuky no está por la labor de enseñarnos su fútbol. Sea por el mal tiempo, por inferioridad numérica, por falta de descanso o por no estar en su posición preferida, podemos decir que el nivel de juego de este jugador ha bajado algunos enteros. Debe conseguir ser más regular e incisivo en labores ofensivas y ganar confianza en la defensa.
Pablo García: El tío vivo de cortadura volvió a dar muestras de su fútbol dinámico. Incapaz de permanecer más de dos segundos en el mismo sitio, se lo pasó pipa en un campo de fútbol siete con dos jugadores de campo menos en el terreno de juego. Corrió, presionó y buscó el balón para acechar a la portería rival, desgraciadamente sin acierto. Notable en esfuerzo, insuficiente en temple.
Julián García: Furiel Duvoire nos muestra cuanto es capaz de hacer con su ojo del Halcón y su técnica. Quien diga que en el fútbol la ausencia de fuerza es un escollo insalvable, se equivoca por completo. Llevó el peso del partido proporcionando claras ocasiones de gol a todos los miembros del equipo, creando superioridad numérica con su regate. Conectó bien con Migue, sobre todo al principio del choque, pero fue yendo a menos. Bajó los brazos al final cuando entendió que el partido estaba decidido para el equipo capitaneado por Veiga. Dejó algunas perlas para el recuerdo.
Migue: O también conocido como el bipolar. Fue el artillero más eficaz de su equipo, y es que, una vez que este chico coge continuidad y portería, suele definir con facilidad. Conectó bien con Juli hasta que Payán decidió bajar a hacerle “compañía”. Su ímpetu le sigue traicionando, debido a que presiona a lo loco al rival sin valorar el estado físico de sus compañeros, sin pensar que es posible que no puedan tener el aguante físico que tiene él o que la estrategia de equipo es distinta. Debe aprender a evitar que la defensa le supere fácilmente cuando saca el balón jugado.
Jason: El negrito zumbón empezó con muy poca vitalidad en el día de hoy. No se atrevía con las salidas, y aunque no sería justo criticarle por los goles encajados, no está de más que en esos goles hubiera hecho mucho más mostrandose decidido antes de salir. Sin embargo, con la reacción del equipo azul, aprendió de sus errores, y con rabia volvió a hacer las paradas que le siguen convirtiendo en uno de los jugadores más valorados del Campo Hondo. Destacamos una feroz salida al borde del área para despejar un balón que, de haberlo recibido el rival, podría haber significado un gol en su contra. Para rizar el rizo, debe aprender a no precipitarse en sacar de portería cuando el equipo no está colocado.
Aida: La chica guepardo sigue en línea ascendente. Su aportación en el juego ofensivo es inexistente, ya que su carencia de técnica y fuerza no le permite ser más atrevida en esta faceta del juego. Conoce perfectamente sus límites, y explota sus virtudes a la perfección. Al principio del partido no logró coordinarse en labores defensivas con los compañeros y le ganaban la espalda(sobre todo Juli). Cuando Payán retrasó su posición, volvió a brillar con luz propia, tapando por su lado cualquier amenaza que apareciese. Buen trabajo.
Veiga: El visionario colaboró en la faceta ofensiva del equipo, arengó a todos, y aún tuvo tiempo de darle un tirón de orejas a Payán para que no mermara su rendimiento durante el encuentro, ya que se estaba desconcentrando. Supo leer el partido, y aún con la presión de tener el marcador en contra, se atrevió a retrasar a uno de los hombres con más acierto que de cara a gol estaba teniendo el encuentro. Colaboró en la defensa haciéndole las coberturas a Jorge y buscó el desmarque a banda y a la portería. Buen capitán.
Jorge: El anarquista realizó un buen partido en materia ofensiva pero suspendió por completo en solidaridad ante sus compañeros. No por no pasar el balón o no buscar la jugada ofensiva, sino porque tardaba un mundo en recuperar su posición, dificultando las labores defensivas de sus compañeros, que sudaban la gota gorda para detener los envites rivales, y de paso, dejando afónico a Payán. Debe ser menos alocado en la presión.
Santana: El niño de la escopeta se trajo esta vez la de feria al partido. Afortunadamente, es un chico con variados y suficientes recursos para marcar cuántos goles se le apetezcan pero ayer, sobre todo al principio, no se le vio y el equipo le echó de menos. Correcto en el desmarque, horriblemente descoordinado en el golpeo, llevando a su completa extinción a las gaviotas del litoral gaditano. Cuando sudó la borrachera su juego creció exponencialmente y marcó goles sensacionales. A veces abusa de la jugada individual.
Payán: El joker. Lo mismo te sirve para un revenido que para un descosido. Cumplió cada tarea que se le encomendó de manera notable, adaptando sus necesidades siempre a las de su equipo. Un gran generador de anécdotas.
Isaac Payán
Raúl: El vaquero de la tacita no pudo esta vez fumarse su cigarrito de la victoria, bien porque dejó el hábito o bien, por pura superstición. Lo cierto es que tanto sus compañeros de equipo como sus rivales se están volcando por su causa de no darle la oportunidad de volver a las andadas con el tabaco, ya que si no gana, no puede fumar. Un diez para sus compañeros… Volvió a las andadas, estaba teniendo una progresión ascendente, pero en un partido trampa como este han vuelto a aparecer algunos de los fantasmas del pasado. Cierto es que su defensa no era la mejor, pero le faltó agresividad a la hora de atajar o despejar algunos balones. Debe aprender a conseguir la suficiente fuerza mental para que las circunstancias no derrumben su potencial de juego y evite depender de los demás para sentirse seguro de si mismo. Mantente concentrado.
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