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domingo, 2 de noviembre de 2008

Go home

Hace menos de once meses, un entrenador experimentado dentro del panorama nacional, un hombre de fútbol y sobre todo,un reciente triunfador, abandonaba con un contrato millonario bajo el brazo la sede del club con el que había sido bicampeón en la UEFA Cup y campeón en la Copa de S.S.M.M el Rey. Abandonaba para pertenecer a un proyecto ¿serio?, para ser parte de una apuesta extranjera que podría relanzarlo definitivamente a nivel internacional. Cargado de ilusión no se pensó dos veces dejar atrás una entidad con la que había logrado los mayores éxitos de su trayectoria profesional, olvidar una de las secretarías técnicas más potentes del mundo o de un club que crecía por día a pasos agigantados, y marchó al norte de Londres para firmar como el estandarte principal del ambicioso futuro proyecto de los Spurs. El riesgo estaba servido.


Pintaba bien la historia pues a los pocos meses de su aterrizaje en la capital inglesa fue capaz de colarse en la final de la Carling Cup y vencer al Chelsea, que curiosamente, era la referencia del pez chico en su recien iniciada nueva y costosa etapa en la que perseguirian ser un pez grande.

Los Spurs terminaron la campaña con un título y un meritorio undécimo puesto en la Premier League. Llegó el verano y la situación cambió. El mercado estival no sentó nada bien y grandes figuras como Berbatov o Robbie Keane marcharon a otros clubes que apostaban fuerte por ellos. El bueno de Juande se quedó con un equipo corto de efectivos y con un potencial, a priori, inferior al del pasado ejercicio. Los fichajes no cuajaron,y tras ocho jornadas el equipo era colista y no había ganado ningún partido. El fútbol no tiene memoria y si hay que cortar cabezas,la primera que caerá será la del entrenador. Es una ley que no está escrita ni necesita estarlo.

El Tottenham Hotspur, con un hombre de la casa en el banco,y con los mismos jugadores, a excepción de algún lesionado, tras tres jornadas sin Juande, ha ganado dos partidos,uno de ellos al líder, el Liverpool y otro al Bolton, y ha empatado sobre la bocina en un trepidante encuentro con el Arsenal en el complicado Emirates Stadium. ¿Qué ha sabido aplicar el nuevo técnico que no se le ocurrió a un entrenador tan experimentado como el ex-sevillista? ¿Orden táctico? ¿Capacidad de influir psicologicamente sobre los jugadores? ¿Espíritu? ¿O tan sólo una cara nueva que demandaba de manera caprichosa una propia plantilla consentida y desequilibrada pero capacitada para haber dado "algo más"? Estas preguntas las enterrará el tiempo y nadie podrá contestarlas a ciencia cierta por mucho que sepa de fútbol. Los que lo vivieron sabran más que los que estamos fuera y los que esten fuera y les intrigue el tema, tendran el rompecabezas presente y no sabran sacarle sentido.

Es cierto ese refrán que dice que el que no arriesga no gana,pero tambien hay otro que recuerda que más vale pájaro en mano... Son misterios de este deporte que nunca jamás sabremos explicar. Y seguirán sucediendo...

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