Lección de aptitud

Mucho se ha especulado en los últimos días a cerca de las probabilidades que tenia Cristiano Ronaldo de estar presente en el duelo ante el Sevilla F.C que se disputará en el Ramón Sánchez Pizjuán. El portugues, tras sufrir un esguince de tobillo, se convirtió en seria duda para el partido en el que se aclarará en cierta manera si esta liga será cosa de dos o de tres, y poco después manifestó en rueda de prensa que estaría disponible para poder jugar el encuentro porque se veía sobradamente capaz de superar sus dolencias.

Pellegrini, un entrenador al que considero lo bastante inteligente para afrontar este tipo de situaciones, ha sido capaz de poner freno a todos estos dimes y diretes, despejar toda duda y además beneficiar en una serie de aspectos al conjunto madridista. El luso no jugará.

Para empezar, ha "maquillado" el incesante crecimiento de esa dependencia que está surgiendo hacia este jugador. Cristiano Ronaldo le ha desatascado ya más de un partido al Real Madrid en este año, y esto supone, con el permiso de Kaká, confiar unicamente y cada vez más en que un sólo jugador cargue con la mayor parte del potencial ofensivo. Un error para un equipo que aspira a todo. El portugues, pese a ser un portento, no creo que esté para jugar todos los partidos de esta campaña, y por lo tanto, es acertado intentar demostrar que la nueva galaxia también funciona ante rivales de altura sin la necesidad de tener al astro en el terreno de juego, y si no lo hace, por su bien, debe aprender a hacerlo, pues seguro que habrá más días importantes en los que Cristiano no podrá estar.

Por otra parte, pienso que el chileno ha dado en el clavo a la hora de valorar los efectivos de los que dispone. Habla de plantilla y equipo, de jugadores que pueden hacer las mismas funciones y, a pesar de que no podemos engañarnos y considerar al portugués como uno más, con estas declaraciones puede que el resto de jugadores se sientan más valorados y esto les dote de esa confianza necesaria en este deporte para hacer bien las cosas.

Y en último lugar, lo más importante, no fuerza a uno de los pilares básicos de este Real Madrid. Es preferible que el luso se pierda un choque importante a que no pueda jugar en varias semanas por resentirse. Este tipo de lesiones se manifiestan una y otra vez si no son curadas en su totalidad desde un principio, y es obvio que seria peligroso que saltase al tapete con sólo cuatro días de recuperación.

El nuevo entrenador merengue ha dado una lección magistral de cordura y aptitud para su puesto. Ha sabido leer la situación con coherencia y dar un golpe de mando para que nadie se olvide que aquí quien decide quien juega es él. Pues chapó para él.