En esta ocasión hablaremos brevemente de una lesión no demasiado grave, pero si muy molesta en cuanto se refiere al proceso de recuperación. Se trata de la tenditinis aquílea, y se da en deportistas de élite en los que las actividades que practican se requiere de saltos o sobreesfuerzos.
Se define como tendinitis aquílea a la irritación e hinchazón del tendón de Aquiles. La funcionalidad del tendón de Aquiles es vital para los deportistas en los que la potencia es vital en su juego, ya que el tendón de Aquiles es el músculo que conecta los músculos de la pantorrilla y el talón.
Los síntomas más característicos son el dolor intenso y constante localizado en la zona posterior del tobillo. Duele más al levantarse de la cama o al estar mucho tiempo sentado. El dolor es mayor cuanto más se flexiona el pie.
Como bien he dicho antes, esta lesión se origina principalmente en los deportistas de élite que realizan sobreesfuerzos tanto en los entrenamientos como en la competición tales como carreras continuas de larga distancia, frenadas bruscas, repetición de saltos o un mal calentamiento. Un claro ejemplo de este tipo de conducta está reflejado en el estilo de juego de Sergio Ramos.
El diagnóstico de la lesión es tan sencillo como comprobar que los síntomas descritos coinciden con la lesión del sujeto mediante una exploración física. Además, para conocer el alcance o gravedad de la lesión también se realizan una serie de pruebas como la sensibilidad del talón; cuando el paciente éste está sobre la punta de los pies, radiografías(para descartar la artritis) y resonancias magnéticas (para ver el grado de inflamación)
Por normal general el tratamiento es el siguiente:
• Inmovilización: Para la inmovilización puede utilizarse una bota de yeso o removible para reducir el esfuerzo sobre el tendón de Aquiles y facilitar la sanación.
• Hielo: Para reducir la hinchazón por inflamación, aplicar una bolsa de hielo con una toalla fina sobre el área afectada durante 20 minutos por cada hora de actividad. No colocar el hielo directamente sobre la piel.
• Medicación vía oral: Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroides (NSAID), como Ibuprofeno, pueden colaborar para reducir el dolor y la inflamación en la etapa inicial de la condición.
• Terapia física: Ejercicios de fortalecimiento, masaje/movilización de tejidos blandos, reeducación de la forma de caminar y correr, estiramiento y terapia de ultrasonido.
Para prevenir esta lesión, cuyos principales problemas son el lento proceso de recuperación y la facilidad de recaída o agravamiento de la lesión(por ejemplo, una rotura del tendón de Aquiles), lo más conveniente es, entre otras medidas, evitar los movimientos repetitivos y bruscos de manera excesiva, fortalecer los músculos de la pantorrilla y, por último, la realización de un buen calentamiento antes de la actividad física.
No es vida
Hace 4 años
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